Cristian

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martes, 7 de junio de 2016

La rueda del Samsara

La rueda del samsara

Se le conoce también como: la Rueda de la Vida, Rueda Cosmogénesis de Ezequiel, Rueda de la Fortuna, Arcano 10, Rueda del Arcángel Haritón.

A cada ser humano se le asignan 108 existencias y terminado el ciclo de vidas sucesivas, si no se ha logrado la Autorrealización Íntima del Ser, se gira hacia la izquierda descendiendo dentro el reino animal. El ascenso evolutivo, una vez la esencia queda libre de yoes, se realiza por la derecha de la rueda del Samsâra. Rueda de la evolución y de la involución. Por la derecha asciende Anubis, evolucionando y por la izquierda desciende Tiphón involucionante.

Samsara, es un término sánscrito, se refiere al ciclo de nacimientos y muertes, también llamado “la rueda del destino.”

Saṃsāra deriva del sánscrito ''saṃsārí, que significa 'fluir junto', 'pasar a través de diferentes estados', 'vagabundear'. La persona sujeta al saṃsāra se llama saṃsāri.

Saṃsāra es el ciclo de nacimientos, muertes y renacimientos en la mayoría de las tradiciones filosóficas de la India incluyendo el hinduismo, el budismo y el jainismo. Se asume como un hecho irrefutable de la naturaleza. Estas tradiciones difieren en la terminología con la que describen al proceso y cómo es interpretado.

La mayoría de estas religiones, consideran al saṃsāra negativamente, como una posición errónea de la que hay que escapar. Algunos como los adweitis, consideran que el mundo y la participación en el saṃsāra es fundamentalmente ilusorio.

Es necesario conocer a fondo las leyes y misterios que gobiernan la vida del hombre, porque estas mismas leyes manejan toda la mecánica de la creación.

El Samsara es la rueda de nacimientos y muertes a que estamos sujetos inevitablemente si no nos decidimos a transformarnos.

La autentica meta final de los estudios esotéricos es alcanzar la autorrealización intima del SER, pero antes debemos pasar por múltiples procesos evolutivos e involutivos, y así mismo se desenvuelve toda la humanidad y el planeta mismo; solo que existen diferentes factores de tiempo para cada cosa. El estado humano es a donde llegamos después de evolucionar desde el reino mineral, vegetal, animal y finalmente humano, pero a este humano, no lo podemos llamar verdaderamente humano, pues por dentro llevamos mucho de inhumano. En lenguaje esotérico hablaremos de humanoide, pues como dijo Nietzsche "El hombre es solo un puente tendido entre el animal y el super-hombre".

La Naturaleza animal dentro de nosotros, nos llama a la misión de estar reencarnados en este planeta para decidir si seguimos la parte animal que significaría volver atrás, retroceder, involucionar; o seguir la parte humana, que equivaldría a alcanzar el estado de verdadero hombre lo que se denomina “Buddha”, o sea el hombre realizado.

Algunos esoteristas equivocados, o con poca profundidad en la investigación, creen que la evolución por si sola nos llevará a la perfección, pero no es así, la mecánica evolutiva nos trajo hasta aquí, al estado humano donde somos dotados de razón, entendimiento y conciencia para decidir el camino, si no completamos los objetivos de los planes divinos, caemos en la involución, nos traga el Samsara.

El Samsara es completamente lunar, esta regido por influencia lunar, y nosotros no tenemos desarrollada nuestra "Luna psicológica" para poder librarnos de esa influencia. Por luna psicológica tenemos ahora solo un manojo de agregados psicológicos.

EL SAMSARA EN EL HINDUISMO
En el hinduismo impersonalista, el saṃsāra es visto como mera ignorancia de la verdadera naturaleza del ser: no hay diferencia entre el alma (el yo) y Brahman (lo divino). Debido a avidya ('ignorancia', lo contrario de vidya) el alma cree en la realidad del mundo temporal y fenoménico, lo que lleva a la confusión de creer que el cuerpo es el yo. Ese estado de ilusión es conocido como māyā.

Según el hinduismo personalista el saṃsāra es generado por el deseo del alma de disfrutar aparte de la Divinidad y sus allegados.

LIBERACIÓN DEL SAMSARA
El hinduismo tiene varios términos para referirse al estado de liberación de la materia, como mokṣa, mukti, nirvana, samādhi o mahasamadhi.

Las tradiciones de yoga sostienen creencias diferentes. Mokṣa o liberación se puede alcanzar mediante:
El karma ioga o el sendero de la acción altruista, que subvierte el ego y obliga a la comprensión de la unidad de todo.
El gñāna ioga (o yoga del conocimiento) mediante la discriminación entre lo que es real y lo que es maia, por medio de una intensa contemplación y del estudio de las Escrituras védicas.
El rāja yoga (meditación) parte del cual implica la práctica del hatha yoga.
El bhakti yoga camino espiritual o sendero de lo Divino.

EL SAMSARA EN EL JAINISMO
En el jainismo, karma, anuva (ego) y el velo de māiā son considerados puntos centrales de sus creencias.
En el jainismo, la única liberación del saṃsāra se llama mokṣa o mukti. El Saṅsāra es la existencia mundana caracterizada por los continuos renacimientos y reencarnaciones en varias formas de existencia. Se describe como una existencia llena de sufrimiento y miseria a la que, por tanto, merece la pena renunciar. El Saṃsāra está con todos los seres ya que el alma está atada al Karma desde siempre, sin ni siquiera un comienzo temporal.

EL SAMSARA EN EL BUDISMO 
Se corresponde con el sufrimiento, propio del mundo material, del que los seres humanos son los únicos seres reencarnados capaces de distanciarse, mediante la liberación, y, posteriormente, de separarse, mediante el nirvana. El tiempo necesario para liberarse del samsara depende de las prácticas espirituales y del karma acumulado en vidas anteriores.

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