Cuando estamos artos.
Cuantos de vosotros no habéis experimentado esa angustiosa sensación de estar artos de todo?
Llega un momento en nuestras vidas en el que no podemos resistir la tentación de mandar todo al carajo. Por decirlo de una manera sutil.
El punto es que gracias a la acumulación de: rabia, odio, cansancio, estrés, fatiga, dolor, tristeza, angustia, depresión, y un sin fin de otros motivos, sentimos la inmensa necesidad de terminar con todo, y todos.
Entonces me viene a la mente la inevitable pregunta:
que hacer?
Como luchar contra esa sensación?
Seguramente muchas personas te dirán que “No es para tanto”. Esa frase tan repetida y que la verdad me resulta tan ridícula.
Como alguien puede decirte que no es para tanto si no lo a vivido?
Y aunque así fuese. La realidad tuya no tiene por que ser la mía.
Así como un medicamento seguramente no cause el mismo efecto en ambos a pesar de que padezcamos la misma enfermedad, una situación jamás nos va a afectar de la misma forma.
Todos tenemos un nivel de tolerancia diferente ante situaciones complejas.
por lo tanto, no podemos suponer como es que un problema le afecta al otro.
Y entonces, nuevamente. Hasta cuando?
Posiblemente lo que aquí te comente te parezca ridículo. Pero me arriesgaré.
La clave para comenzar a salir de esa desagradable sensación, no es otra que renunciar.
Tal cual.
Vivimos en una constante lucha contra todo lo malo que según nosotros nos ocurre
Vamos intentando por la vida resolver cada una de las situaciones que nos complican o causan dolor.
Y no nos percatamos que el comienzo para abandonar este callejón sin salida es justamente dejar de luchar.
Aceptar lo que nos ocurre.
No esperar nada.
Y como un acto de magia, cuando lo dejas todo en manos de Dios, el universo, la fuente o como quieras llamarle, las cosas de una manera inexplicable, comienzan a cambiar.
Sencillamente no podemos estar toda la vida peleando contra todo lo que nos desagrada.
Por una importante razón cada una de esas cosas están allí presentes,algo nos quieren advertir o enseñar.
Y mientras más luchemos contra ellas, más presentes estarán en nuestro diario vivir.
Es fácil?
Desde luego que no lo es.
Cuando abandonar algo que te ha venido acompañando por tantos años lo ha sido?
Pero no es imposible.
Otros ya lo hicieron.
Por que tú no?
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